Dr. Winston Villamar Ph.D

Médico Psiquiatra

El aburrimiento es uno de los estados de ánimo que no se pueden definir adecuadamente debido a lo inasible de su configuración. Sin embargo, la persona que lo ha sufrido sabe de qué se está hablando cuando es referido. Me permito sugerirle que piense en algún momento en que ha padecido este mal del siglo.

Si hiciéramos una encuesta sobre las respuestas a esta forma de quedar despegado del interés sobre la experiencia inmediata, las respuestas conformarían un verdadero síndrome con componentes orgánicos y sociales, no tanto psicológicos. En la parte física, probablemente con más de una manifestación del cuerpo, a la manera de fastidio pasivo o activo: pasivo, es decir, tirado sobre cualquier lugar; activo, moviéndose sin sentido.

En lo social, bostezando ante la presencia del otro, con cierta somnolencia inquieta. Pero en lo psíquico, dentro de la levedad de la existencia, una sensación indefinible pero de hecho displacentera. Es donde, justamente, considero que se ha desarrollado inadecuadamente una interpretación equívoca sobre el aburrimiento: se lo trata de ver como algo físico o social antes que psicológico, y esto debido a que es más fácil pensar en su presencia física o social, que en lo emocional. De aquí nace la contrapartida: la "cultura Disney", la que presenta tres características principales: plástica, pueril y consumista.

La manera plástica de presentarse hace que todo suene a artificial. En otras palabras, si la respuesta a no tener aburrimiento es superficial, es que se está considerando al aburrimiento también superficial. Así, toda la moda que sugiere la captación del interés por la experiencia inmediata como antídoto para el aburrimiento se refugia en lo banal y antinatural (incluso tomando a veces la naturaleza pero de manera "antinatural").
La manera pueril implica proponer distracciones pseudo-infantiles tanto a niños como a adultos. El juego relativizante de la inteligencia termina por apoyarse en lo repetitivo en cuanto a lo pazguato, alimentado con el exceso de color y simplicidad de las formas, que finalmente debe recurrir a la mecanización para buscar su permanencia.

La propuesta consumista queda encerrada en función de una ilusión en la experiencia breve pero intensa, la que luego produce una sensación de vacío, por lo que tiene que seguir buscándosela a costos que pueden significar gastos ingentes.

La contrapropuesta a la cultura Disney, la podemos llamar como la "cultura natural". Con tres características principales que se dan en forma progresiva:

1. Reconocer la validez del momento como momento en sí. Se expresaría por la fórmula "aquí estoy". No más.
2. Re-conocer la emoción placentera del momento por el momento en sí. Se daría por la expresión interpretativa "estoy aquí". En este momento nos veríamos como somos en un lugar de la vida. ¿Para qué más?
3. Conocer las posibilidades de existir como persona en un momento de la vida. Se manifestaría por el lema "estoy-siendo-aquí". Al reconocerme en interacción con la vida, la apreciaría, fueren cuales fueren las circunstancias. ¡Qué bueno!

Por lo tanto, el aburrimiento no tiene como antónimo el interés, ya que éste puede ser usado incluso para mantenerlo. Su opuesto es la deconstrucción de su presencia por conciencia de que estamos vivos. Nada más.
Atentamente,
Dr. Winston Villamar.

Un pensamiento:

"¡Cuán interesante es descubrir que tengo en mí la capacidad para no aburrirme, aunque quisiera!".

SECCIÓN PREGUNTAS

La invitación es a enviar sus preguntas, una por vez, en no más de dos líneas. De los lectores que nos escriben, ponemos solamente sus iniciales, en función de la privacidad)

En relación al boletín anterior ("¿Cuántas clases de diálogos pueden darse en función de la salud mental?"), hemos recibido la siguiente consulta de parte de R.M.: "Quiero usar algunos de los pensamientos en publicaciones mías, por eso hago la consulta de si los pensamientos son suyos o los saca de otros autores."

Respuesta: Los pensamientos, como el contenido de los Boletines, son de mi autoría, y en ambos casos pueden ser utilizados, solamente indicando el origen de ellos. Justamente la idea es la de promover, ya sea por medio de los artículos y/o los pensamientos y sugerencias de libros, la salud mental. Gracias por la consulta.
REVISION DE OBRAS
"Filosofía del tedio" (Editorial Tusquets, 2006), del noruego Lars Svenden es un libro que permite recorrer a nivel de reseña y reflexiones, algo que está cercano a la idea de aburrimiento del presente ensayo breve. Creo que no se aburrirá con su lectura, pues el toque filosófico que le da el autor no está exento de la ironía sutil y graciosa que nos lleva a reflexionar sobre la inutilidad de esta emoción.