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II PARTE

LOS SANTUARIOS DEL AMOR

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LOS SANTUARIOS DEL AMOR

Mencionábamos que la vida tiene escenarios sagrados que resumen todo un conjunto de valores que nos motivan a dar lo mejor de uno y que particularmente el amor tiene dos grandes recintos en el hogar conformados por el binomio cama y mesa. Es ahí precisamente donde se gesta buena parte de la motivación sentimental y sexual

Escribir al DR. Mauro Hoy

Desarrollamos el valor de la mesa en el área sexual y emocional y probablemente muchos consideren que es poco lo que se puede aportar al referirnos a la cama, ya que por definición es el escenario sexual por excelencia. Jocosamente los sexólogos decimos que la segunda función de la cama marital es dormir, resaltando su función estelar, el sexo.

Sí, no hay dudas de que la cama es el lecho del amor, al punto que antes no solo la cama marital sino el cuarto mismo era un lugar reservado para la  pareja. Ni los hijos, ni las visitas, ni los amigos podían entrar a esta habitación. Ese cuarto y esa cama eran exclusivos para el amor y la sexualidad.

Curiosamente los estudios mencionan que la cama ha experimentado múltiples transformaciones, al punto que en la actualidad  ejerce muchas otras funciones sobre todo de entretenimiento familiar. Así es común que la familia entera vea televisión y videos todos acostados en la cama. No es raro además que se coma en la cama, dejando restos entre sabanas y almohadas.

Otros han convertido la cama en una extensión de la oficina, y sentados entre cojines y cobijas, contestan los correos y terminan algunas faenas laborales, a veces hasta altas horas de la noche. Sin contar con aquellos que además leen periódicos, revistas y libros porque consideran muy acogedor tal escenario. Algunos una vez que los niños se han ido a la cama, tienen la costumbre de ver que brinda la oferta televisiva y se quedan hasta altas horas de la noche hasta que el sueño los alcance.

Todo esto no está mal en el tanto se sepa dar una pausa entre una y otra actividad y en el tanto se guarde tiempo para el acercamiento sexual y se prepare el ambiente ludico. Entendámoslo no es grato hacer el amor entre salsa de tomate y un pepillo que el menor saco de su hamburguesa. No es bonito esperar a que termine la película para hacer el amor. No está bien sentir que todas las noches tengo que competir con las labores de la oficina. No es bueno poner a competir el sexo y el amor con el cansancio y el sueño.

De un momento a otro las parejas se percatan que en la cama se hace de todo menos el amor. Por eso debemos tener siempre presente la máxima: la segunda función de la cama es dormir.

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