Al margen de la caótica situación que han enfrentado recientemente nuestros abnegados maestros, hay algunos aspectos colaterales que nos deben instar a la reflexión profunda y por ende a crear alternativas más viables y sanas en el manejo  computarizado de la información.

Por un lado tenemos que entender el enorme riesgo que implica la automatización digital sobre todo en áreas sensibles de la vida ciudadana. A todos nos ha pasado, esperar horas en Bancos privados y estatales porque el sistema se cayó. A todos nos ha tocado presenciar las carreras y ademanes de los diversos técnicos ante una falla informática.

La palabra computadora y el término digital lo hemos asociado a lo infalible y la verdad es que tenemos que aceptar que estos programas fallan, sean por factores técnicos, extrínsecos, intrínsecos o humanos pero fallan y por tanto, debe existir toda una plataforma de respaldo que proteja a la ciudadanía  de esas frecuentes "pifias" sobre todo en aquellas áreas sensibles de la sociedad.

Hoy tenemos la amarga experiencia de haber condenado a un gremio tan noble como el de los educadores, a pasar semanas enteras sin salarios o con salarios amputados. Y tenemos que meditar sobre las implicaciones de este mismo tipo de fallas, en otros sistemas. No desea uno pensar las repercusiones que tendría una falla similar en el expediente médico. En los servicios eléctricos o en el servicio de acueductos y alcantarillados.

Reza la máxima que nunca se colocan todos los huevos en una sola canasta, y esta es la verdadera enseñanza que nos deja esta crisis gubernamental. ¿Cuánto le ha costado al país esta huelga? ¿Cuánto le ha costado al estudiantado esta huelga? ¿Cuánta pena han tenido que enfrentar nuestros educadores? Y todo porque no contamos con un sistema de respaldo eficiente para enfrentar este tipo de errores.

Lo inverosímil de esta situación es que todavía no tenemos claro cuál fue el error. Todavía no sabemos quiénes son los responsables. Desdichadamente solo conocemos a las víctimas; los estudiantes, los profesores y la ciudadanía. Desde luego, toda esta situación se ha vuelto más compleja porque sucede en plena transición gubernamental. De ahí la enorme importancia para un futuro, evitar este tipo acciones cuando se van a dar cambios de gobierno. De esta crisis tenemos que aprender, de esta crisis tenemos que salir  fortalecidos como país. De esta crisis tenemos que aprender a prevenir.