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Los jóvenes son nuestra responsabilidad.

¡AH JUVENTUD ÉSTA!

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¡AH JUVENTUD ÉSTA!

Hoy los jóvenes son amamantados con licor, la cerveza y todos sus equivalentes etílicos, que han inundado el paladar de los adolescentes.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Los jóvenes están en la mira social por asumir una serie de conductas sumamente riesgosas, manejan borrachos, consumen drogas, sucumben a las modas, asumen altos riesgos de contagio venéreo. Además, son cada vez más sedentarios, hacen poco ejercicio y sucumben a la violencia.

Los jóvenes no crearon esta sociedad. Cada riesgo, cada ambiente, cada ratonera en la que se meten, ha sido creado por nosotros los adultos, quienes, sin ningún reparo y en el nombre del dinero, hemos llegado a la inescrupulosa osadía de lucrar con un grupo social tan vulnerable como los adolescentes.

Hoy los jóvenes son amamantados con licor, la cerveza y todos sus equivalentes etílicos, que han inundado el paladar de los adolescentes. Los colegios suelen ser cómplices complacientes, a las autoridades no les inquieta, los comerciantes cuentan sus monedas, mientras muchas familias observan como el proyecto de vida de su joven es esfuma en un instante.

La bonanza económica que han vivido nuestras sociedades ha provocado que ya muchos adolescentes no solo manejen sino que tienen su propio carro, el cual, como es de esperar, no lo usan para transportarse sino para jugar, -pues son jóvenes- y entre piques y aceleraciones a diario acarician los brazos de la  muerte y nutren las estadísticas de mortalidad.

Las drogas son el verdadero pulpo social. Están en cada esquina, en cada parque, en cada centro educativo. Se expande por el continente, creando una adicción que le arranca a los jóvenes su futuro y los convierte en esclavos permanentes, perdiendo todo el sentido de la vida, la dulzura del amor, el deleite del esfuerzo, la satisfacción del progreso y hasta el sentido de pertenencia familiar.

Ahora bien, los adultos no solo somos los responsables de haber creado este ambiente, este medio social lleno de peligros, esta caótica sociedad llena de vandalismos y albures, sino que también hemos servido de ejemplo a nuestros jóvenes. Nuestros jóvenes simplemente nos tomaron el relevo, aprendieron lo que vieron, y quisieron ser como los mayores. Esas conductas que muchos les critican, en realidad, son las conductas características de la población adulta.

¡Ah juventud ésta!, ¿porqué se parecerá tanto a nosotros?

Rehaced los moldes…

Venta de libros del Dr. Mauro